En
un amplio, ventilado y bien iluminado quirófano, tras adormecer al paciente con
una fórmula parecida a la que yo empleaba reforzada con grapa, un poderoso
espíritu de graduación alcohólica muy alta, intervino un caso de hernia en la
zona inguinal. Sólo operaba a los afectos de hernia reductible, aquellos cuya
masa herniaria podía ser reintegrada al interior cavitario sin esfuerzo. Su
técnica consistía en ampliar el orificio herniario con un dedo, introducir en
la cavidad abdominal el saco intestinal y cerrar el agujero con puntos de seda
trenzada. Yo conocía la técnica, que nunca había empleado, pero era la primera
vez que veía utilizar el cauterio metálico, que incorporé desde entonces a mi
arsenal terapéutico. El cauterio se reducía en esencia a un largo estilete de
acero bien templado, provisto de mango de madera, cuya punta se mantenía al
rojo vivo entre ascuas de carbón. Su efectividad era mágica: aplicado al punto
sangrante, lo cauterizaba de inmediato y cesaba la hemorragia (Página 87).
Es una intervención de hernia
inguinal
La hernia inguinal consiste en la
salida de parte de las vísceras abdominales hacia el exterior a través de
agujeros de la pared abdominal que se han debilitado. Nuestro abdomen tiene en
su interior vísceras cubiertas de una capa fina y lubricada de peritoneo, que
permite los movimientos intestinales de la digestión. Normalmente el interior
del abdomen tiene una presión positiva, es decir, su contenido presiona las
paredes hacia fuera, por lo que cualquier pequeña abertura puede ser aprovechada
por las vísceras o el peritoneo para salir a través de ella.
En el texto se comenta la anestesia,
la apertura de un orificio, el introducir el intestino donde se había salido y
aplicar una varilla metálica candente (caliente) en la zona para detener la
hemorragia.
Actualmente se realiza intervención
quirúrgica para asegurar el tejido debilitado de la pared abdominal y se
cierra cualquier orificio.
Algunas
veces, se necesita cirugía de emergencia por estrangulamiento de esa asa del intestino
que ha salido.
Se puede
intervenir por medio de una cirugía
abierta o con el uso de un laparoscopio (cámara) donde no se hace más que
una pequeña incisión lo cual permite una recuperación más rápida y menos dolor
después del procedimiento.
La última
innovación es el uso de mallas autoadhesivas para reforzar la zona sin
necesidad de puntos de sutura.
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