domingo, 6 de abril de 2014

Tiroidectomía.

Llegó el día de la intervención de estruma. La paciente era una mujer delgada que había sido obesa. Su bocio era muy grande. La tuve nueve días con mi tratamiento, que logró disminuir algo el tumor. Tras dormir a la paciente con la esponja soporífera y con la técnica descrita en otra parte, logré una tumorectomía subtotal, dejando en los cuatro polos de la víscera un muñón de tejido. La enferma apenas se quejó y ello hizo enmudecer de asombro a los presentes en el quirófano: un grupo de médicos encabezados por Avicena y doce escogidos estudiantes, pues no cabían más. Me ayudó Carmen, pues me negué a efectuar la intervención si no era con mi equipo (Página 183).

Se trata de otra intervención de bocio, es decir, tiroidectomía  (extirpación de la glándula tiroides).

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